Estando cada vez más cerca del cambio de estación, las temperaturas suben, los días se alargan y los hogares se adaptan al ritmo del verano. Sin duda, este es el momento ideal para ponerse manos a la obra con el tradicional cambio de armario: guardar los edredones, jerséis gruesos, bufandas y abrigos, aquellos imprescindibles durante los meses fríos, para dejar espacio a las prendas más ligeras.

Pero antes de doblar y guardar toda esa ropa de invierno, es importante tener en cuenta un paso fundamental: el lavado. Limpiar bien estas prendas antes de guardarlas no solo elimina restos de polvo, ácaros o sudor acumulado, sino que también previene la aparición de malos olores o el deterioro de los tejidos tras meses guardados. El desafío, sin embargo, está en hacerlo sin dañar las fibras ni deformar la ropa.

Para asegurar que las prendas de invierno se mantienen en óptimas condiciones hasta la próxima temporada, Whirlpool comparte una serie de recomendaciones clave que nos ayudarán a cuidarlas adecuadamente y a prolongar su vida útil:

  • Revisar siempre la etiqueta de cuidado. Antes de lavar cualquier prenda, consultar las instrucciones del fabricante para asegurarse de utilizar el método de limpieza adecuado.

  • Utilizar detergentes suaves específicos. Usar productos formulados para ropa delicada o de lana. Evitar el uso de suavizante, especialmente en edredones de plumas, ya que pueden dañar las fibras y reducir su capacidad aislante.

  • Seleccionar el programa de lavado adecuado. Optar por ciclos suaves a baja temperatura (máximo 60ºC) para evitar el deterioro de los tejidos.

  • Evitar sobrecargar la lavadora. Asegurarse de que las prendas tengan suficiente espacio para moverse dentro del tambor. Esto mejora la eficacia del lavado y protege tanto la ropa como el electrodoméstico

  • Secado adecuado. Después del lavado, secar completamente las prendas antes de guardarlas. Para edredones y abrigos de plumas, se recomienda utilizar una secadora a baja temperatura con pelotas de tenis limpias para conservar el volumen del relleno. Evitar la exposición directa al sol para proteger los tejidos y colores.

  • Un buen almacenamiento. Guardar las prendas en un lugar seco y bien ventilado. Utilizar bolsas de almacenamiento transpirables y evita comprimirlas en exceso para que mantenga su forma.

  • Proteger contra insectos: Colocar bolsitas de lavanda, cedro o clavo en los contenedores de almacenamiento. Estos repelentes naturales mantienen alejadas a las polillas y dejan un aroma agradable en la ropa.

  • Evitar planchar antes de almacenar: Planchar la ropa antes de guardarla puede fijar manchas no detectadas y, en el caso de prendas blancas, provocar amarilleo con el tiempo. Es mejor almacenar la ropa sin planchar y hacerlo antes de su próximo uso.

Whirlpool

Un lavado a la altura de las prendas más delicadas

Lavar la ropa antes de guardarla por un largo periodo de tiempo puede parecer una tarea complicada, pero con Whirlpool se vuelve mucho más sencillo. Gracias a su tecnología 6th Sense, las lavadoras detectan automáticamente el tipo de carga y ajustan el agua, el tiempo y la energía necesarios para lograr una limpieza impecable con el máximo cuidado. Algo esencial cuando toca enfrentarse al lavado de prendas tan diversas como un edredón nórdico o un jersey de lana gruesa.

Porque no todas las prendas requieren el mismo tratamiento, las lavadoras Whirlpool cuentan con programas específicos para ropa delicada, que utilizan movimientos suaves y temperaturas controladas, preservando la forma y textura original de las fibras.

Y si el tiempo no nos alcanza para vaciar la lavadora en cuanto finaliza el ciclo, no hay que preocuparse: la tecnología FreshCare+ mantiene la frescura de la ropa en el tambor hasta seis horas después del lavado, gracias a un sistema que combina vapor y movimientos suaves del tambor. Así, si nos toca atender a otras tareas, sabemos que la ropa seguirá oliendo a limpio y saldrá menos arrugada.

Además, Whirlpool incorpora funciones avanzadas como Steam Hygiene, que aplica vapor al final del ciclo para eliminar hasta el 99,9 % de bacterias sin usar aditivos químicos, ideal para prendas de uso intensivo. También destaca el programa Cold Wash, que permite un lavado eficaz incluso a tan solo 15 °C. Gracias a movimientos de tambor optimizados y una disolución avanzada del detergente, esta tecnología ofrece el mismo rendimiento de limpieza que a temperaturas más altas, protegiendo los tejidos delicados y permitiendo un importante ahorro energético.

Porque el cambio de armario no es solo cuestión de espacio, sino también de mimo. Y con Whirlpool, las prendas de invierno estarán listas para descansar limpias, frescas y bien cuidadas… hasta que el frío vuelva a llamar a la puerta.